90 GRADOS (PARTE I)

El 20 de Enero de 2021 por fin me intervinieron para realizarme una sustitución total en la rodilla derecha. Todo salió a la perfección, salvo porque me desorienté con la anestesia al salir de quirófano porque el anestesista pensó que una sedación y una anestesia raquídea sería suficiente pero cuando el traumatólogo comprobó como estaba la rodilla la operación se alargó cinco horas y finalmente la anestesia fue general.

Al día siguiente con el drenaje y el redon en la herida me senté en la butaca y comí. El segundo día comencé a caminar con muletas y sin apoyar la pierna derecha con un inmovilizador de rodilla pero durante la cirugía el fémur derecho se fractura por lo que no pude cargar en esa pierna hasta seis semanas después. Pero todo iba empeorando en la heridas se formó una ampolla y como esa misma zona me habían intervenido seis veces lleno de cicatrices la piel estaba sufriendo y había riesgo de necrosis pero el trauma lo tenía previsto y ya había solicitado una consulta con los cirujanos plásticos.

Estuve ingresada nueve días, estábamos atravesando la segunda ola de COVID-19 después de las Navidades, nos prohibieron las visitas estaba en una habitación con dos señoras encantadoras pero las horas eran eternas. Por las tardes hacía gimnasia pasiva con una máquina que durante una hora me estiraba flexionaba la pierna.

vuelvo a caminar

Después del alta tenía que volver al hospital dos veces por semana para curas con la cirujana, la herida empeoraba y la Doctora me dijo que si quería en tres días me preparaba un quirófano para hacerme un colgajo de gemelo o si quería espera, le pregunté: “Qué haría Usted?”, me dijo que espera y después de dos meses y pico de curas diarias la herida cerró.

A finales del mes de febrero comencé a tener un dolor en la zona media de la espalda que de desplazó debajo del pecho y que termino llegando a la clavícula el dolor se movía.

Continuará.......

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