EL ÚLTIMO

A veces damos el último beso y el último abrazo sin saber que es la última vez que nos despediremos de esa persona. Nos damos cuenta que era al último cuando pasan unos días, y pensamos que deberíamos haberle abrazo más fuerte y durante más tiempo y que deberíamos haberle besado con más ganas y decirle lo mucho que le queríamos y lo bien que nos sentíamos con esa persona.

La mayoría de las veces no valoramos a las personas que tenemos al lado que son las que más nos cuidan, las que siempre, de una forma u otra están ahí. Son esas personas a las que deberíamos decir lo importante que son en nuestras vidas y agradecer que estén cerca cuando la vida nos pone obstáculos.

Dicen que los abrazos deben durar al menos seis segundos, que sin palabras demuestran el afecto por esa persona, y yo añadiría que curan. Nos hacen sentir apoyados y alivian. Y los besos sean donde sean, de amor, de cariño, en los labios, en las mejillas o en la frente nos ayudan.

Por ello cada vez que nos despedimos de una persona será mejor hacerlo como si fuera la última vez y hacerlo con todas nuestra fuerza y dedicarle unos segundo más.